Un edificio con certificación LEED es un edificio que ahorra entre el 20% y el 80% en consumo energético. Los ocupantes de un edificio LEED verán fácilmente capitalizados estos ahorros energéticos en la reducción de sus facturas energéticas durante el uso del edificio. La certificación LEED proporciona una verificación independiente del rendimiento de un edificio y permite validar los logros mediante un proceso de revisión externo. Todos los proyectos certificados reciben una placa, un símbolo reconocido que demuestra que un edificio es ambientalmente responsable, redituable, y un espacio sano para vivir y trabajar.
Los edificios certificados bajo la norma LEED:
Demuestran una reducción de sus costos operativos
Demuestran un incremento en el valor de la propiedad
Son espacios más sanos y seguros para sus ocupantes
Reducen la emisión de gases dañinos
Demuestran el compromiso de sus ocupantes con el medioambiente y la sociedad en general.
Es importante recordar que, mundialmente, los edificios representan:
17% DEL USO DE AGUA FRESCA
25% DEL USO DE MADERA
33% DE LAS EMISIONES DE CO2
40% DEL USO DE ENERGIA Y MATERIALES